Pareciera que fue hace unas semanas cuando entramos a la primaria, con ese gran miedo de que nuestros papas nos dejaran "solos" y con gente desconocida durante 8 horas, para aprender cosas que para que nos iban a servir; despertar cada día y subir las escaleras con el esfuerzo de cargar día a día todos los libros en la mochila, porque no los podíamos dejar; parecen tan cercanos esos días en los que de ser los peques/enanos, pasamos a ser los "grandes" de sexto, a los que nos debían algo llamado "respeto".
Sin darnos cuenta del tiempo, pasamos a secundaria, etapa llena de experiencias en donde escuchábamos frases como "en prepa, son días enteros sin dormir" o "no te consentirán como lo hacemos en el colegio" en fin, frases que para algunos resultaron un tanto exageradas; fue así como hace tres años entramos a la etapa en la que ya todo es nuestra responsabilidad, esta etapa en la que es nuestro problema si hacemos o no las tareas; en cuarto de "prepa" ya queríamos todas las libertades, ¿pero cómo no?, si ya éramos de "prepa", ya "mis amigos traen carro" "a los demás los dejan a las 2 de la fiesta" en fin una gran cantidad de frases que repetimos a lo largo de este camino.
¿Pasar a sexto? era algo que para los "peques" de hace unas "semanas" resultaba inalcanzable o más bien un "futuro", pero ahora que somos de sexto, ahora que somos, quienes queríamos ser debemos darnos cuenta de la realidad, de la importancia de los estudios, de saber que sin un papel "certificado" no podemos continuar con este camino que llevamos construyendo.
¿ Despedirse de nuestros compañeros?, creo que eso de despedirse, como en alguna ocasión lo dije ¿Anticiparse a emociones y momentos que al fin de la semana vamos a vivir? ¿Para que mentalizarse a algo de lo que no estamos seguros?
El terminar la preparatoria no debería ser una adiós a los compañeros, y mucho menos a los amigos; al contrario debería ser un hasta pronto y ¿porqué no? un hasta siempre.
